Friday, November 17, 2006

Juzgue Usted...

El pasado Domingo 5 de Noviembre se llevó a cabo la final del Quilmes Tommy Gun Fest. La actividad contaba con la participación de las 15 bandas finalistas del certamen. Luego de un "vayven" de opciones de lugares para realizar el evento, se optó por la del Holyday Inn, en pleno parque Morazán (empezamos mal). Esto no permitía que la totalidad de la gente que llegó a apoyar a su banda preferida se concentrara en un solo espacio, sino que echaba vistazos esporádicos y llegaban cuando la banda en turno fuese la titular por la que asistieron. Luego del pasar y pasar de grupos, los miembros del "jurado" alternaban a placer el chance de poder tocar de 2 o 3 canciones, y para rematar la seguridad del lugar optaba por fumigar (si! fumigar con gas pimienta!) a cuanto se consideraba estaba "quebrantando" el orden de la actividad.
Hasta cuando tendremos que seguir exponiéndonos a estos fiascos organizados, aunque suene patético, pero así es, son montados en todos sus detalles con antelación. Desde que están siendo organizados, los responsables saben que todo está distribuido, saben quién ganó, quién quedó en x lugar, quién va a hablar mal, entre otros sin fines de variables previamente consideradas.
La escena rock nacional, en vez de levantarse de ese letargo comatoso en la que se encuentra, más bien se pudre con el pasar de los meses y de las "bandas" que toman el estandarte de representantes del género en cuestión. Muchos grupos no tienen la culpa de caer en lo cíclico de esta situación, existen muchos culpables, como además muchas víctimas de gran calidad que se han visto sumergidas en ese oleaje de "basura organizadora". Y claro está que dentro de esa lista nos encontramos nosotros si seguimos dándole cabida a eventos que sirven para fantochear a las cada vez más pútridas especies emergentes o resucitar a los que desde hace mucho creíamos muertos.
Ah, se me olvidaba... este es el grupo que ganó la competencia.
Juzgue usted, yo ya lo hice...

Thursday, November 09, 2006

Si Así Fueran 500 Noches Más...


Si esperar 6 años se requiere para poder ser testigos de un espectáculo como el del pasado 8 de Noviembre en Heredia, pues esperaremos con gusto, así de fácil. Joaquín Sabina dejó mucho más que claro porqué es de los cantautores más respetados y queridos de nuestra lengua. Luego de largas filas para poder hacer ingreso al siempre ingrato y mañozo Palacio de los Rebotes, digo Deportes, los fieles seguidores del Flaco de Ubeda colmaron a más no poder el recinto. No fue mucha la espera (al menos luego de ingresar), dado que apenas minutos luego de que abrieran las puertas de acceso, las luces bajaron, en el fondo del escenario se dibujó el "Titanic" (como él mismo lo nombraría) y segundos después el griterío ensordecedor anunciaría el arranque de un recital que por más de 2 horas y media iba a reunir al maestro Sabina con su querido y añorado "Caribe". Pasaron las notas de "Y Nos Dieron Las 10", luego vino "Aves de Paso", y así canción tras canción, prosa tras prosa, la ilusión de poder verlo por primera vez para unos y la de ese esperado reencuentro para otros, fue transformando el ambiente en una velada difícil de pasar por alto en muchas semanas. Como nota curiosa quedó cuando mencionó "estar honrado como ciudadano por la presencia de la máxima autoridad de este país de paz", a lo que el gentío respondió con un "noo" rotundo y luego un "No al TLC" (que hasta en eventos que nos sirven de oasis para sortear nuestra realidad aparece el bendito...necedad!).
La noche siguió con la fascinación mutua, y a pesar de ser un masivo, nos dejó la impresión de un boca-oreja íntimo y familiar. El genio Pancho Varona, la musa Olguita Román y el resto de músicos que lo acompañó dejaron plasmado en el escenario del gimnasio herediano que la calidad está de la mano con la sensibilidad y humildad. Avisó que "lastimosamente una gran amiga no puede acompañarnos esta noche, se ha caído y fracturado una costilla", haciendo referencia a Chavela Vargas, para acto seguido interpretar "Por el Boulevar de los Sueños Rotos".
Pasaron los minutos y las canciones, y después de interpretar cerca de 27 temas, Joaquín Sabina, sombrero en mano, dejó el escenario con un "ojala que volvamos a vernos".