Pienso que una manera de escuchar “Modern Times” es aproximarse hoy a Dylan como a artistas a los que se acudía en los 70´s y 80´s, no esperando la revolución que hicieron, sino la destilación de un talento fuera de serie incluso cuando las fuerzas físicas y psíquicas ya no los impulsan como antes. Hay muy pocos artistas capaces de mantenerse en una revolución y reinvención permanentes y en música apenas Duke Ellington o Miles Davis, de modo que no cabe exigirle a Dylan mayores innovaciones, sino más bien la sabiduría que da, no la edad, sino haber creado y rodado tanto.
Eso es lo que ofrece “Modern Times”, aquí no hay gritos airados ni excesivo movimiento de brazo, sino un tranquilo repaso de viejas sensibilidades.
Los arreglos son promedio a más no poder, pero eso ya se imaginaba. Con su actual y profesional grupo y con el mismo autoproduciéndose, es evidente que no había mucho que rascar por ese lado. Corrección, disciplina, sentido musical, faltaría más, pero nada capaz de conmocionar. Quien espere algo así como los Lennon, McCartney, Bowie (si, soy obtuso y plano, sigo con lo mismo...) que siga escuchando el “You´re the Quarry” y quien prefiera urgencia y peligro “Ahí Vamos” (sigo en lo mismo, buen disco!). Dylan canta como quien lo hace para sí mismo, en una especie de recitado que parece tratar de hacer virtud de una voz exageradamente rasposa (Sabineros no tendrán problemas). Claro que a un admirador del Louis Armstrong cantante como el que firma, esto no le importa gran cosa y Dylan sigue demostrando lo peculiar y único de su sentido del ritmo. Incluso aunque esa garganta no supere los límites de una octava. Lo mismo que la armónica, por otra parte.
Las canciones entran asimismo en lo previsible-estándar y aunque de ritmos variados son piezas que jamás se desbocan y visitan avenidas bastante planas del blues-country-rockabilly-jazz-rock. Claro, Dylan es demasiado Dylan como para confundirse en un hilo musical y la voz de la que hablamos es demasiado provocadora (de hecho casi lo único extraordinario, si bien lo pienso). Hay muchas canciones aprovechables, de hecho casi todas ellas.También las hay tarareables (por eso gusta tanto a la opinión).
En fin, quien tenga casi todo Dylan, es probable que compre este “Modern Times” y diga que es bueno (que lo es), o que es una lástima. Hablamos de fidelidades de toda una vida. Pero quienes iniciamos, podemos encontrar muchos preferibles.
Eso es lo que ofrece “Modern Times”, aquí no hay gritos airados ni excesivo movimiento de brazo, sino un tranquilo repaso de viejas sensibilidades.
Los arreglos son promedio a más no poder, pero eso ya se imaginaba. Con su actual y profesional grupo y con el mismo autoproduciéndose, es evidente que no había mucho que rascar por ese lado. Corrección, disciplina, sentido musical, faltaría más, pero nada capaz de conmocionar. Quien espere algo así como los Lennon, McCartney, Bowie (si, soy obtuso y plano, sigo con lo mismo...) que siga escuchando el “You´re the Quarry” y quien prefiera urgencia y peligro “Ahí Vamos” (sigo en lo mismo, buen disco!). Dylan canta como quien lo hace para sí mismo, en una especie de recitado que parece tratar de hacer virtud de una voz exageradamente rasposa (Sabineros no tendrán problemas). Claro que a un admirador del Louis Armstrong cantante como el que firma, esto no le importa gran cosa y Dylan sigue demostrando lo peculiar y único de su sentido del ritmo. Incluso aunque esa garganta no supere los límites de una octava. Lo mismo que la armónica, por otra parte.
Las canciones entran asimismo en lo previsible-estándar y aunque de ritmos variados son piezas que jamás se desbocan y visitan avenidas bastante planas del blues-country-rockabilly-jazz-rock. Claro, Dylan es demasiado Dylan como para confundirse en un hilo musical y la voz de la que hablamos es demasiado provocadora (de hecho casi lo único extraordinario, si bien lo pienso). Hay muchas canciones aprovechables, de hecho casi todas ellas.También las hay tarareables (por eso gusta tanto a la opinión).
En fin, quien tenga casi todo Dylan, es probable que compre este “Modern Times” y diga que es bueno (que lo es), o que es una lástima. Hablamos de fidelidades de toda una vida. Pero quienes iniciamos, podemos encontrar muchos preferibles.