Thursday, September 17, 2009

El Rock ¿Ideología?


Respuesta a Abbadon

Lo más difícil de entender es que gente que se ha nutrido de información totalmente contestataria y enfrentada con el ¨sistema¨ vaya hoy a pedir la bendición del mismo, y hasta sienta el placer de hacerlo. Esa es una actitud que ahora suele verse entre los músicos, la de ir a pedir la aceptación, la de ir a buscar la recompensa. Hay circuitos que son inconmovibles y no hay que recurrir a ellos.

Lo mismo sucede con esa especie de defensa desesperada del “rock nacional”. Tal cosa no existe. La cultura del rock es universalista y no localista, porque habla de cosas que nos pasa a la especie. En el rock existía una voracidad cultural y se incorporaban filosofías o búsquedas de todas partes del mundo, mucho incluso de Oriente. Además el rock pocas veces fue música de nativos, sino de inmigrantes. Se amordaza y reproduce con los negros en EE.UU. Hablar de rock nacional es casi una tontería.

Tenemos que diferenciar bien aquello del rock contestatario (por donde se desplazaba una serie de informaciones que el ¨sistema¨ tiene encubiertas o negadas) del rock “business” que tiene más que ver con las decisiones o jubilaciones personales de algunos músicos pero que no pueden involucrar al rock en su totalidad. El que conoce la diferencia va a preferir vivir más marginado y no vender bocaditos Light.

Existe una especie de tacto existencial que permite registrar la verdad o falsedad de las cosas, no es algo intelectual, es más bien intuitivo. Ese tacto registra una impresión muy desagradable cuándo alguien pregunta cómo estuvo el chivo y contestan: “Muy bien, fueron 20.000 personas”. No contestan que fue un magnífico concierto, que hubo mucha emoción, fue una fiesta. Contestar con cantidad de personas parece como contar dinero.

2 comments:

Jenaro said...

La última línea me parece una observación sumamente inteligente. Para muchos músicos y melómanos los chivos se miden por la cantidad de expectadores.... Los circuitos socio-sónicos del rock (o de cualquier otro hecho artístico contemporáneo) no pueden ser analizados desde la anacrónica figura del Estado-Nación. Más bien obedecen a flujos multidireccionales que se nutren de otras vetas (como las locales). Es decir, nada más alejado de la realidad que la noción de un "rock tico". Podemos hablar de la existencia un rock nacional (en casos como México o Argentina) en tanto producto de consumo cultural. Por supuesto, quedan las tibieces seudo contestatarias de algunos grupillos que le hacen el agosto a los troskos o los rockeros yuppies que dan "cátedra de importación de modas musicales" y dan "lecciones de vida" y "lecciones de rock" en los bares cool...

Rombonauta said...

Al menos en lo que compete al concepto de rock criollo estoy convencido de que es una imposición de los pseudo nacionalistas que creen que porque es tico hay que apoyarlo y comprarlo y seguirlo y adorarlo y preferirlo sobre lo que viene de afuera. Mi hermano se puso hace unos años en el plan de escuchar sólo música en español. Obviamente no le duró mucho su pose. Gaby, la hermana de Lau no gustaba de escuchar música en español cuando estaba en el cole. Ahora es fan de los tacuvos y de babasónicos. Lo digo por dar ejemplos de los polos opuestos. Traro de decir que concuerdo en que el rock es bueno o no, como decía Wilde sobre el arte. Ahora, es igual de forzado reducir un concierto a la multitud que lo fue a ver como engrandecer a una banda que toca ante 8 personas en un bar hiper subterráneo y desconocido a las 4 de la mañana. El rock es bueno, si te gusta y malo si no. Por ahí viene quién es el que está escuchando. No es lo mismo que me digan ustedes que una banda es buena a que me lo diga un fulano en la barra del área city, me explico?