No se puede catalogar de otra manera lo que vivimos absolutamente todos los que estuvimos anoche en La Guácima para presenciar el concierto de Megadeth, y cuando digo todos incluyo asistentes, técnicos y por supuesto banda.
El telonero de turno fue Sight of Emptiness, debo reconocer de entrada que no es de mi agrado la derivación musical a la cual se inclina la banda nacional, sin embargo un reconocimiento bien merecido ya que nunca es fácil abrir un concierto internacional, máxime cuando se está en presencia de más de 10 mil personas hambrientas por una bestia devoradora como es Megadeth.
A esta altura del partido todo pinta bien, recinto colmado (mucho más de lo esperado), telonero con muy buen sonido (punto extra), noche espléndida, en fin, todo listo para la explosión. Al escuchar la calidad del sonido que tuvo la banda nacional, esperábamos que los 7 truenos del fin de los días destrozaran nuestros tímpanos, pero...
Con los primeros riffs de Dialectic Chaos se dejó ver sólo la sombra de lo que estaba por suceder. Este servidor acompañado por un par de buenos amigos (agradecimiento a Pablik y su hermano Fabricio), estaba situado a pocos metros de la tarima, justo frente a la torre de sonido a mano derecha de la misma, posición inmejorable para apreciar un concierto, señores y señoras (soy incluyente), parecía que Mustaine y compañía se encontran a por lo menos 1 km de distancia. Cómo disfrutar uno de los discos más saboreados de la historia del metal con semejante atrocidad de sonido??
El suplicio se hacía más grande al tener frente a nuestros ojos el virtuosismo de Chris Broderick, impecable en cada interpretación, el carisma y poder de David Ellefson (uno de los mejores bajistas de la escena rock) sumado al despliegue de técnica y fuerza de Shawn Drover en la batería, quién llevó todo el concierto una camisa de la selección como muestra del gran aprecio que tiene la banda por este país.
Conforme pasaban las canciones, el desconcierto de los presentes se hacía más evidente, y de repente... lo que faltaba! Un prominente individuo hace las del ¨Pajarillo¨ (toro reconocido por saltar la barrera de los redondeles) buscando las piernas del colorado Mustaine mostrando en el acto toda la alcancía. Efectivos de seguridad sacaron al tipo, mientras a un costado de la tarima el líder de Megadeth finalizaba Lucretia para luego retirarse junto al resto de la banda por espacio de más de 10 minutos. Zozobra reinaba en el ya de por si tenso escenario.
Regresó el grupo para resetarnos el cierre del Rust In Peace y emprender el viaje por temas inmortales que sacudieron (con un mejor pero no por eso buen sonido) un autódromo pintado de negro.
Luego de casi una hora con cuarenta minutos Dave Mustaine, ya sin camisa y frente a una bandera de Costa Rica que colgó del micrófono principal desde iniciado el concierto, agradeció a los presentes y se despidió con comentarios de haberla pasado muy bien.
Culminado el evento, cada quién tomaba el mejor camino para su hogar, siguiendo la odisea que representa salir de ese lugar, pero sin dejar atrás un mar de dudas:
* La banda impecable, primer mundo, no hay más que alegar! Quedó demostrado que organizar un concierto no es inflar y hacer botellas, detalles primordiales como el sonido no se pueden pasar por alto, más si fue el único requisito que solicitó vehementemente la banda. Otros como el manejo de cámaras y luces son, aunque secundarios, aspectos que hacen de un concierto algo memorable o simplemente una noche más.
Lo de este domingo fue una guerra para Megadeth y toda la tropa de seguidores en Costa Rica, quién ganó? Quién perdió? Lo cierto es que habrá que pensar hasta 10 veces para un próximo evento en La Guácima y con esa producción. Aerosmith... por ahora... no gracias!
Megadeth en Costa Rica Autódromo La Guácima Domingo 9 de Mayo, 8 pm.
1. Dialectic Chaos
2. This Day We Fight!
3. In My Darkest Hour
4. Holy Wars... The Punishment Due
5. Hangar 18
6. Take No Prisoners
7. Five Magics
8. Poison Was the Cure
9. Lucretia
10. Tornado of Souls
11. Dawn Patrol
12. Rust in Peace... Polaris
13. Headcrusher
14. The Right to Go Insane
15. A Tout Le Monde
16. Symphony Of Destruction
Encore:
17. Trust
18. Peace Sells
El telonero de turno fue Sight of Emptiness, debo reconocer de entrada que no es de mi agrado la derivación musical a la cual se inclina la banda nacional, sin embargo un reconocimiento bien merecido ya que nunca es fácil abrir un concierto internacional, máxime cuando se está en presencia de más de 10 mil personas hambrientas por una bestia devoradora como es Megadeth.
A esta altura del partido todo pinta bien, recinto colmado (mucho más de lo esperado), telonero con muy buen sonido (punto extra), noche espléndida, en fin, todo listo para la explosión. Al escuchar la calidad del sonido que tuvo la banda nacional, esperábamos que los 7 truenos del fin de los días destrozaran nuestros tímpanos, pero...
Con los primeros riffs de Dialectic Chaos se dejó ver sólo la sombra de lo que estaba por suceder. Este servidor acompañado por un par de buenos amigos (agradecimiento a Pablik y su hermano Fabricio), estaba situado a pocos metros de la tarima, justo frente a la torre de sonido a mano derecha de la misma, posición inmejorable para apreciar un concierto, señores y señoras (soy incluyente), parecía que Mustaine y compañía se encontran a por lo menos 1 km de distancia. Cómo disfrutar uno de los discos más saboreados de la historia del metal con semejante atrocidad de sonido??
El suplicio se hacía más grande al tener frente a nuestros ojos el virtuosismo de Chris Broderick, impecable en cada interpretación, el carisma y poder de David Ellefson (uno de los mejores bajistas de la escena rock) sumado al despliegue de técnica y fuerza de Shawn Drover en la batería, quién llevó todo el concierto una camisa de la selección como muestra del gran aprecio que tiene la banda por este país.
Conforme pasaban las canciones, el desconcierto de los presentes se hacía más evidente, y de repente... lo que faltaba! Un prominente individuo hace las del ¨Pajarillo¨ (toro reconocido por saltar la barrera de los redondeles) buscando las piernas del colorado Mustaine mostrando en el acto toda la alcancía. Efectivos de seguridad sacaron al tipo, mientras a un costado de la tarima el líder de Megadeth finalizaba Lucretia para luego retirarse junto al resto de la banda por espacio de más de 10 minutos. Zozobra reinaba en el ya de por si tenso escenario.
Regresó el grupo para resetarnos el cierre del Rust In Peace y emprender el viaje por temas inmortales que sacudieron (con un mejor pero no por eso buen sonido) un autódromo pintado de negro.
Luego de casi una hora con cuarenta minutos Dave Mustaine, ya sin camisa y frente a una bandera de Costa Rica que colgó del micrófono principal desde iniciado el concierto, agradeció a los presentes y se despidió con comentarios de haberla pasado muy bien.
Culminado el evento, cada quién tomaba el mejor camino para su hogar, siguiendo la odisea que representa salir de ese lugar, pero sin dejar atrás un mar de dudas:
* La banda impecable, primer mundo, no hay más que alegar! Quedó demostrado que organizar un concierto no es inflar y hacer botellas, detalles primordiales como el sonido no se pueden pasar por alto, más si fue el único requisito que solicitó vehementemente la banda. Otros como el manejo de cámaras y luces son, aunque secundarios, aspectos que hacen de un concierto algo memorable o simplemente una noche más.
Lo de este domingo fue una guerra para Megadeth y toda la tropa de seguidores en Costa Rica, quién ganó? Quién perdió? Lo cierto es que habrá que pensar hasta 10 veces para un próximo evento en La Guácima y con esa producción. Aerosmith... por ahora... no gracias!
Megadeth en Costa Rica Autódromo La Guácima Domingo 9 de Mayo, 8 pm.
1. Dialectic Chaos
2. This Day We Fight!
3. In My Darkest Hour
4. Holy Wars... The Punishment Due
5. Hangar 18
6. Take No Prisoners
7. Five Magics
8. Poison Was the Cure
9. Lucretia
10. Tornado of Souls
11. Dawn Patrol
12. Rust in Peace... Polaris
13. Headcrusher
14. The Right to Go Insane
15. A Tout Le Monde
16. Symphony Of Destruction
Encore:
17. Trust
18. Peace Sells
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